Margarita Diosdado es directora de m dimage (Sector de Marketing y publicidad)
No para, todo el día de arriba abajo asesorando a clientes sobre qué se lleva. Lo que éstos no saben es que sus ratos libres -pocos- Diosdado los dedica a hacer un programa de testimonios en la radio. Hasta que la oyen.
-Una cliente va a verla porque necesita un cambio de look y de golpe le confiesa que su vida es un desastre.
-Pues le hago una lista de libros que le puedan ayudar y entre título y título le cuelo alguno de Juan Pablo II o de la madre Teresa. O le recomiendo que haga una novena. O que en vez de al psicólogo vaya al confesor y verá lo pichi que se queda.
-Eso exige una relación rayana en la amistad, ¿no?
-Lo primero que trato es de hacerme amiga del cliente. Lo cual no es difícil porque éste es un trabajo que provoca mucha confianza.
-Cuando les habla de Dios, ¿no salen corriendo?
-La que a veces tiene que salir corriendo soy yo si quiero llegar a misa.
-Seguro que le preguntan si es del Opus.
-¡Sí! Y me molesta tener que decirles que sí. Pero no por respetos humanos, sino porque antes de ser supernumeraria yo ya iba a misa y rezaba. Y me encantaba poder decir: “Pues no, no soy del Opus”.
-La traca final será cuando se enteran de que tiene un programa en Radio María.
-Algunos se quedan en plan ¡¿cómo?! Yo les pido que lo escuchen, a ver qué les parece. Y así, con la tontería, se tragan una hora de oración.
-Porque en su programa se reza.
-Empezamos con un comentario del Evangelio, que directamente plagio a un sacerdote, porque yo la puedo liar parda, como la socorrista de Youtube.
-Y ponen canciones.
-Las que nos piden los oyentes, sí.
-¿Son del tipo “alabaré, alabaré…”?
-No son de misa, sino modernas, que le puedes cantar a Dios; si no, te da grima.
-Por ejemplo.
-Para toda la vida, de El sueño de Morfeo. Las románticas tienen mucho de confío en ti, a tu lado me siento seguro, desde que te tengo todo es fácil… Las escuchas y piensas: “¡Anda, Señor, como contigo!”.
-Los platos fuertes del programa: el examen de conciencia y las entrevistas.
-Alguna vez hemos recibido correos de oyentes diciendo que llevaban tiempo dándole vueltas a si tenían vocación y, tras escuchar un testimonio, ya lo tienen claro. O que estaban a punto de suicidarse y han decidido seguir adelante.
-¿Se enorgullece?
-¡Qué me voy a enorgullecer! El mérito no es nuestro, sino de Dios. Es como el marido que se pasa meses ahorrando para regalarle una joya a su mujer. Y el día del aniversario le dice a su hijo pequeño que se la entregue. El niño podrá sentirse protagonista. Pero el regalo es del padre.
-¿Y nunca decepciona?
-Dios es el único que no te falla. Ni cuando no te comprenden ni tus padres, ni en momentos de desamor, ni cuando te ingresan de urgencia.
-Habla por experiencia.
-Mi hermana y yo tuvimos un accidente y a punto estuvimos de morir.
ALBA
Entrevista íntegra en el número 265 del semanario,