“Tom Wolfe dice que la casualidad es el disfraz que usa Dios para conservar el anonimato”

En una serie documental, el director Juan Cotelo narra la impactante historia de catorce ateos convertidos al catolicismo


La serie documental ‘Te puede pasar a ti’, dirigida por Juan Manuel Cotelo, que tiene en su haber otro documental basado en la vida del sacerdote Pablo Dominguez, muerto en accidente (‘La última cima’), narra la historia de catorce personas “de la calle” –entre ellos el guionista de ‘Instinto Básico’, un homosexual que ejerció la prostitución, una mujer que se dedicó al ocultismo, un marxista, una punky, un terrorista o un boxeador– que antes eran ateos y que se convirtieron a través de diversas circunstancias al catolicismo.

La idea, desarrollada por el proyecto “Infinito+1”, surgió tras unos encuentros fortuitos con catorce personas, en diez países diferentes, que contaron a Cotelo su proceso de conversión. “Les advertí que no esperaran una entrevista fácil, porque les plantearía mis propias dudas y las de mis amigos, que no creen en Dios”, indica Cotelo en una entrevista concedida a Europa Press.

Así, el espectador se encontrará con el testimonio de personas, ninguna de ellas teólogo o filósofo, que hablan de su experiencia de relación con Dios, que tenían “una visión muy superficial y distorsionada de la religión o no les interesaba el tema hasta que descubrieron que Dios no es un concepto sino una persona real, concreta, cercana y viva, con quien podían tener trato personal”. Hasta el momento se han interesado por el formato tres televisiones españolas y una decena de televisiones latinoamericanas, aunque Cotelo ha indicado que, en algún caso, les han dicho que no se atreven a comprarlo por las dudas sobre si tendrá o no audiencia. “Mi respuesta está clara: pongamos en circulación el primer capítulo y salgamos de dudas”, ha propuesto.

Recuerda el celebrado director de “La última cima” que lo mismo sucedió con su ésta pelicula, que fue la primera que realizó y por la que “nadie apostó un céntimo”. Sin embargo, se convirtió en “la película más rentable por copia de la cartelera”. “Antes o después, las televisiones perderán el miedo a hablar sobre Dios, descubrirán que es apasionante”, ha afirmado. Según concreta Cotelo, las historias de conversión que se cuentan en el reportaje ocurren en un ring de boxeo, una pasarela de moda, una universidad, un prostíbulo, un hospital y, también, dentro de la propia Iglesia, es decir, “en cualquier lugar” porque, a su juicio, “Dios no está en las iglesias solamente, sino en cada milímetro cuadrado ocupado por un ser humano”.

Para hilar la historia, al director de la cinta se le ocurrió coger una caravana para recorrer diferentes países en busca de testimonios y ha asegurado que a los protagonistas de ‘Te puede pasar a ti’ los encontró “por casualidad”. “Tom Wolfe dice que la casualidad es el disfraz que usa Dios para conservar el anonimato”, ha recordado. De esta forma, según ha señalado, han conseguido “un formato narrativo ágil, simpático y abierto a las sorpresas”. “A mí me va el humor y me aburren los programas de entrevistas a palo seco”, asegura, al tiempo que subraya que encuentra “muchos elementos entretenidos en las historias de conversión”. “Algunas historias son tronchantes, otras románticas, otras tienen rasgos de aventura”, comenta.

“Dios para todos los públicos”

Cotelo expresa su deseo de que este documental llegue “a todas las personas, sin exceptuar absolutamente a nadie”, al igual que el cristianismo “no es una religión destinada a un perfil especial de personas”. De hecho, opinado que desde el momento en se destina el Evangelio “a un tipo especial de personas, que sean especialmente listas o tontas, ricos o pobres, sanos o enfermos, europeos o africanos, lo has dinamitado”. “Un dios que no sea apto para todos los públicos, sin excepción, que no tenga capacidad de alcanzar una audiencia masiva, no me interesa ni existe. Me interesa y me atrae Dios, el único Dios posible, un Dios cuyo amor es capaz de conquistar a personas como yo: normales y corrientes, vulgares, variadas, diferentes, inclasificables, de todas las edades y todas las clases sociales”, ha añadido.

En cuanto a su vivencia personal, Cotelo admite que el trato con estos conversos despertó en él “una envidia enorme” por su “sonrisa a pesar del sufrimiento, su paz a pesar de los problemas, su serenidad a pesar de las dudas, su capacidad de perdonar y de pedir perdón a pesar de los errores pasados, su amor demostrado con hechos concretos y su confianza en Dios”. “En la práctica ves que la receta de su vida garantiza un mundo más humano y más hermoso”.

En este sentido, explica que con sus conversos descubrió “un gran vacío” en su vida, las cosas buenas que habían dejado de hacer por comodidad y las oportunidades de amar que había dejado pasar”. “Gracias a ellos he dejado de creer en Dios, para empezar a vivir con Dios. La diferencia es abismal. He creído en Dios desde niño, pero nunca le había buscado dentro de mí, tan cerca como a la distancia de mi propia respiración, a la distancia de mi silencio, de cerrar los ojos para hablarle en un susurro o de abrirlos para contemplar su obra. Deseo con toda mi alma parecerme a ellos, tener el corazón de un converso”.

Como dice Cotelo en el resumen de la presentación que ha hecho en vídeo, todos los protagonistas “vivían de espaldas a Dios hasta que un buen día ¡pam! se lo encontraron delante y menuda sorpresa se llevaron”. “Ninguno de ellos –añade– lo esperaba y se enfrentaron a la decisión más trascendental de su vida, y es que lo que le pasó a Irene, a Juanjo, a María, a Tim, le puede pasar a cualquiera, es más, te puede pasar a ti”.

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