Es hermoso ver la mano de Dios en tu vida cuando vas cumpliendo años. Tengo 77. Y el Señor me ha dado buen humor. Con cierta frecuencia, algún amigo más joven, para tomarme el pelo con afecto y tirarme de la lengua, inicia la conversación diciendo:
Hipólito, tú que eres de pueblo y has hecho la trashumancia…
Yo siempre respondo: ¿De pueblo? ¡No!, de aldea, que no es lo mismo…
Una cena-coloquio sobre la España profunda
Hace unos meses me invitaron como ponente a una cena-coloquio con jóvenes profesionales. En otras ocasiones habían hablado de bioética, de cooperación al desarrollo, de misiones de paz de militares en zonas de conflicto, de arte y de música, de macroeconomía…
Vista aérea de Pajareros, el pueblo de Hipólito
Recordamos tiempos de penuria, de la vida dura del campo y de la ganadería en los años cuarenta y cincuenta, de noches al raso –como los pastores de Belén– o en ventas y posadas malolientes donde nos juntábamos tratantes de ganado (chalanes), estraperlistas y pastores alrededor de un gran caldero que preparaba la posadera para cenar; de gente recia y buena que hacía largos viajes con el ganado en busca de pastos. A los ingenieros, abogados, periodistas y médicos asistentes se les abrían los ojos. También se les abrió el apetito, con una sartén de migas estilo pastor, que les llevé para ambientar el coloquio.
Hipólito, sentado en su mesa del Centro Académico Fundación
Trabajé en muchas cosas: en una fábrica de neveras, como vendedor de libros a domicilio, cobrador de recibos, etc., hasta que ingresé en Correos, aunque seguí pluriempleado. Fueron muchos años pateando mi barrio, conociendo a miles de personas, que muchos años después nos seguimos saludando por las calles pues en el barrio soy el cartero.
"Entendí el Opus Dei de manera sencilla y natural"
Me casé. Carmen y yo tenemos tres hijos. Hemos procurado educarles bien y, gracias a Dios, todos han podido hacer una carrera universitaria y son muy queridos en sus trabajos.
Cuando conocí el Opus Dei, hace 30 años, todo lo entendí de una manera sencilla y natural: era lo que siempre había soñado. Y el cartero escribió la carta, pidiendo la admisión, y diariamente da gracias a Dios por esa gracia maravillosa e inmerecida.
De peregrinacion en Lourdes
"Que el Señor me conserve andarín y animoso"
Lo de las peregrinaciones surgió de manera sencilla. Tomé el relevo de un matrimonio que organizaba algunas peregrinaciones. Mucha gente se fue animando. Es una buena oportunidad para muchas personas se acerquen más a Dios. Nuestra Madre es muy Madre y Ella se encarga de que los que acuden a visitarle salgan renovados.
La sierra de Gredos desde Pajarejos
Cuando llegan las inevitables goteras de la edad y hay que pasar por hospitales es bonito ver la cantidad de amigos que te visitan. Pido al Señor que, si es su voluntad, me conserve andarín y animoso, como siempre he sido, para seguirle al paso que Él quiera y servir a muchas personas.
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