Recientemente un amigo me planteó cuestiones variadas. Dado su interés reproduzco mis respuestas que pueden ayudar a todos. No reproduzco su carta pues mi discreción en la correspondencia es completa.
Un puñado de respuestas
Te agradezco tu sinceridad y afecto. No necesito decirte que te respeto
porque eso, de mi parte, lo has experimentado siempre en conversaciones
directas y a través de los correos en los que comparto contigo mis trabajos y reflexiones.
Vaya por delante que me encanta el diálogo y el contraste de pareceres. Es mi
planteamiento habitual en el trato con la gran variedad de personas que trato,
creyentes o no, que me buscan por mi talante abierto y mi amplio espectro
cultural y mi experiencia: voy camino de los 66 años.
Como sabes, soy físico electrónico, y apasionado de la mecánica cuántica, de la
astrofísica y del origen del universo. También soy filósofo y amante de tratar
de llegar, con la sola luz natural de la razón, a las profundidades más
recónditas de la sabiduría humana. Por último soy sacerdote y teólogo. No
me he conformado con los estudios sacerdotales que en su día hice. Trato de
profundizar con la luz de Dios y de mi entendimiento en las Verdades que
Jesucristo ha revelado.
Como ves, soy amante de la belleza de la verdad y de la sabiduría. Y cada vez
más soy consciente de que en esta vida solo se puede ser principiante en el
conocimiento de la verdad. Me encanta el diálogo sosegado y sereno que ayuda a todos a avanzar hacia la verdad en cualquier ámbito.
Después de este preámbulo me parece oportuno recordar que los 400.000 sacerdotes
católicos del mundo no somos unos simples funcionarios de la Iglesia Católica.
El año que viene se cumplirán los 50 años del momento en que experimenté que
Jesús se metía en mi vida, se me entregaba por completo y me pedía que le
correspondiera. Desde los 16 años y medio decidí dedicar mi
vida a los demás desde la mañana a la noche.
La llamada al sacerdocio se materializó en Roma años más tarde. Como todos los
demás, recibí el sacramento del orden instituido por Jesucristo en la Última
Cena. Por ese don los sacerdotes somos configurados con Cristo y recibimos
su oficio de ser pastores, maestros y dispensadores de los misterios de Dios.
¿Qué doctrina enseñamos? El evangelio de Cristo. ¿Qué doctrina enseña la Iglesia
con sus pastores? El evangelio de Cristo. ¿Qué doctrina viven y enseñan todos
los cristianos? El evangelio de Cristo.
El Opus Dei, las Comunidades Neocatecumenales, Comunión y Liberación, Los
Focolares y los Grupos Carismáticos son las instituciones de la Iglesia
que más presencia tienen en la Iglesia. ¿Qué doctrina tienen? El
evangelio de Cristo. No tenemos otra.
Jesucristo afirmaba: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.
El que acierta en su vida y es feliz es el que escucha mis palabras y las pone
en práctica. Id y enseñad a todas las gentes la Buena Nueva. Yo soy la Luz de
mundo y vosotros, mis discípulos, también lo sois. Y la luz no se pone bajo la
mesa sino sobre el candelero. Brille así vuestra luz ante los hombres para que
vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los
Cielos.".
¿Qué encierra el Evangelio? Recuerda la ley natural, impresa en la naturaleza
humana, desde su origen. Y además hace a los hombres y mujeres hijos
de Dios y les da la ley evangélica nueva: amor a Dios a quien se reconoce
como Padre y amar al prójimo como Jesús nos ha amado. Los medios fundamentales
para ser cristianos radican en la Palabra de Dios, y los sacramentos de la
Penitencia y Eucaristía que restañan nuestra debilidad y nos dan la fortaleza
de Dios al recibirle sacramentalmente.
Jesucristo no pasó de largo nunca delante de nadie. En todas partes
propuso (que no impuso) la Verdad que traía al mundo. A los discípulos les mandó
imperativamente que propusieran a todos y en todas partes el evangelio. Y que
les conocerían por el amor que se tenían y derramaban por todas partes.
Comprendo que cuando se ve la eficacia profesional y apostólica de los cristianos
y no se comprende que Jesús está con ellos -dando la eficacia de sus trabajos- se busquen otro tipo de explicaciones.
Te decía que el Opus Dei enseña el evangelio de la Iglesia Católica. Se puede
decir que su característica peculiar es tratar de vivirlo con plena sinceridad:
destacan en su vivencia: la filiación divina, el trabajo profesional, la
familia y la coherencia de vida.
Si te dieras una vuelta por los lugares en los que trabajo: la parroquia, el
colegio Xabec y la asociación juvenil Dardo, que aglutina a trescientas
familias, desaparecerían tus dudas por ensalmo.
Me refiero ahora a Xabec. Como sabes, los ciclos de reglada empezaron en 2006.
Hace cuatro años pusimos en marcha el Inn Main, una asociación internacional
que aglutina 18 centros de formación profesional de nuestra área (el mantenimiento
industrial) de 12 países distintos. En ocho años hemos puesto a nuestro
centro en la élite de la formación profesional. Somos pioneros en la formación
dual y con los cursos de capacitación del Servef (servicio valenciano de empleo
y formación) llegamos a infinidad de parados e inmigrantes llegados en pateras.
El Inn Main tiene encuentros para fomentar el intercambio de
profesores y alumnos y poner en marcha proyectos educativos subvencionados por
la UE. Pues bien, en un reciente encuentro en Valencia nuestros socios del Inn
Main se quedaron asombrados. Al contemplar todo lo anterior y el clima
del centro: la armonía entre profesores, junta directiva, alumnos, padres...se
asombraban. "¿Cómo habéis conseguido esta excelencia profesional y humana
en tan poco tiempo? -nos decían- Nos parece un sueño, hecho realidad. Ya
quisiéramos tener esta calidad humana en nuestros centros" .
Les respondimos que lo hemos conseguido con nuestro ideario cristiano y les dijimos
que el corazón y motor de nuestro centro es la capilla del colegio: Tenemos a
Dios en el sagrario. Ante tal afirmación, al visitarla, se sentaron todos en
los bancos. La mayoría de ellos agnósticos, ateos o cristianos no practicantes.
Y permanecieron un rato pensado en su experiencia en Xabec. Algunos han empezado a acercarse a la fe cristiana.
Como ves, el evangelio del trabajo, cuando se aplica, produce unos
frutos asombrosos. Con el ejemplo, los valores humanos y cristianos se difunden
entre profesores (sólo ocho son del Opus Dei, incluyendo los tres de la junta
directiva) y alumnos. Xabec es conocido en las empresas valencianas por la
buena cualificación profesional y valores humanos de nuestros antiguos alumnos.
El mundo está sembrado de iniciativas solidarias promovidas por el Opus Dei en
los cinco continentes. Con ocasión de la beatificación de nuestro
anterior obispo, Álvaro del Portillo, en septiembre pasado en Madrid, tuvo
lugar un pequeño congreso que repasó la principales iniciativas solidarias
fomentadas por él durante su vida. En su día te envié un enlace para que
echaras una ojeada.
Como ves, basta con visitar cualquier centro solidario (todos lo son) del
Opus Dei para que uno calibre la importancia de su labor mundial de promoción
humana. Por lo demás eso mismo podemos decir de los centros de las demás instituciones
cristianas y de todas las parroquias españolas. En estos años de crisis, centenares de miles de personas han sido socorridas en sus necesidades de todo
tipo: alimenticias, de vestido, de alojamiento, de tratamiento médico, etc. Las
labores asistenciales de la Iglesia Católica en España ahorran al estado unos
30.000 millones de euros.
Esa caridad vivida eficazmente y la alegría que tenemos y compartimos mueven a
la fe cristiana a muchas y muchos de los que se acercan a cualquier institución
cristiana. Hay muchas personas que se abren a la luz de evangelio en todas las
comunidades. En la parroquia hemos tenido recientemente la alegría de bautizar
a dos jóvenes chinos residentes en la ciudad.
Un tema que requiere una reflexión para otro día es el de los principios éticos
naturales insertos en el corazón humano. Lo que se ha venido llamando desde
siempre la ley natural. Dos buenas referencias históricas son los principios
éticos de los egipcios (ver AQUÍ)
y la ética a Nicómaco de Aristóteles. La reflexión conduce a que son
principios no recibidos desde fuera de la persona por educación sino insertos
en la naturaleza desde su nacimiento (por así decir están en los genes
humanos). Se descubren con el autoconocimiento.
Eso se engarza con las tablas de la ley recibidas por Moisés, mandamientos que
Jesucristo confirma indicando que esos principios estaban en el corazón humano
desde el principio. El objeto de su revelación en la Sagrada Escritura es
facilitar su conocimiento que, a veces no es fácil conseguirlo a causa de nuestra debilidad.
En cuanto a la manifestación en defensa de la vida. Estaba promovida por varias
asociaciones ciudadanas que, desde hace años, defienden la familia, la mujer y
la vida. A mi juicio, con buen tino, evitan que ningún grupo político y
religioso tenga protagonismo en estos actos porque la defensa de estos
valores esenciales es patrimonio de todos. Es el suelo sobre el que todos los
ciudadanos vivimos. La crisis familiar universal hace, si cabe, más importantes todas las iniciativas ciudadanas orientadas a defenderla.
De los homosexuales solo decirte que tienen todo el aprecio de la Iglesia
Católica. El Catecismo recoge en un punto muy amplio la atención que les
dispensa. Personalmente tengo conocidos y amigos homosexuales. La estima es
mutua por ambas partes.
Como te será fácil comprender, mi alegría es máxima cuando charlo amigablemente
con Jesús y le tengo en mis manos todos los días. En
confidencia te diré que siento cómo coge todos los días este pobre corazón que
tengo y me entrega un corazón nuevo para acoger, escuchar, comprender y ayudar
a los demás.
Juan Ramón