La palabra inteligente es muy engañosa. Se puede programar una máquina para que tome decisiones, incluso para que aprenda. Pero los robots no pueden ser inteligentes en el mismo sentido que las personas.
¿Serán capaces algún día las máquinas de emocionarse, por ejemplo, con un gol?
En Ferrol era monitor de los equipos de fútbol sala infantiles de la Escuela Deportiva Roiba, y creo que una máquina nunca va a poder entender lo que te pasa por la cabeza cuando ves a los chicos con los que has estado entrenando un año entero felices por haber ganado la Liga. Eso les viene grande a los robots.
¿En qué consiste el trabajo que realiza en Montreal?
Nuestro grupo está trabajando en una plataforma de simulación de los robots (rovers) para explorar Marte que desarrolla la Agencia Espacial Canadiense (CSA). El objetivo es predecir por ordenador cómo se comportará el rover en Marte y diseñar una respuesta adecuada a los problemas que puedan ocurrir. De todos modos, la tecnología en que trabajamos podría aplicarse a rovers para explorar la Luna o zonas de nuestro planeta de difícil acceso, o incluso a vehículos agrícolas y todoterreno.
¿Cuáles son los principales obstáculos?
Parece una obviedad, pero uno de los problemas es que Marte está muy lejos y, hoy por hoy, no puedes mandar allí a nadie para que opere los robots. Incluso controlarlos a distancia es complicado y con frecuencia el rover tiene que decidir por su cuenta cuál es el mejor camino a seguir, o la mejor manera de evitar un obstáculo.
¿Serán capaces algún día las máquinas de emocionarse, por ejemplo, con un gol?
En Ferrol era monitor de los equipos de fútbol sala infantiles de la Escuela Deportiva Roiba, y creo que una máquina nunca va a poder entender lo que te pasa por la cabeza cuando ves a los chicos con los que has estado entrenando un año entero felices por haber ganado la Liga. Eso les viene grande a los robots.
¿En qué consiste el trabajo que realiza en Montreal?
Nuestro grupo está trabajando en una plataforma de simulación de los robots (rovers) para explorar Marte que desarrolla la Agencia Espacial Canadiense (CSA). El objetivo es predecir por ordenador cómo se comportará el rover en Marte y diseñar una respuesta adecuada a los problemas que puedan ocurrir. De todos modos, la tecnología en que trabajamos podría aplicarse a rovers para explorar la Luna o zonas de nuestro planeta de difícil acceso, o incluso a vehículos agrícolas y todoterreno.
¿Cuáles son los principales obstáculos?
Parece una obviedad, pero uno de los problemas es que Marte está muy lejos y, hoy por hoy, no puedes mandar allí a nadie para que opere los robots. Incluso controlarlos a distancia es complicado y con frecuencia el rover tiene que decidir por su cuenta cuál es el mejor camino a seguir, o la mejor manera de evitar un obstáculo.
Universidad McGill
¿Veremos en el futuro, como decían en «Blade Runner», «cosas que no creeríais»?
Claro que sí, y con suerte serán aún mejores que las «naves en llamas más allá de Orión». Las estamos viendo ya: Internet, los nuevos materiales, la evolución de los ordenadores, los entornos de realidad virtual... Lo que hoy tenemos era impensable hace veinte o treinta años. Habrá avances en el futuro, y no me siento capaz de predecir en qué dirección. Pero seguro que serán espectaculares.
¿Cree que habrá otros mundos allá arriba?
Pienso que el universo es impactante, una obra sobrecogedora que apenas hemos empezado a explorar. ¿Otros mundos? Podría ser. Sería fantástico encontrar vida en otros planetas, una auténtica revolución científica.
Familias y jugadores del equipo benjamín de la Escuela de Fútbol Sala del club Juvenil Roiba (Ferrol)
¿Era el típico niño que destripaba juguetes ajenos?
Destrozaba bastantes juguetes, pero eran míos o de mi hermana. Y no era una actividad demasiado científica. Tenía bastantes legos y juegos de construcciones, pero era muy manazas y tenía poca paciencia para montar cosas demasiado complicadas.
Dicen los «conspiranoicos» que el hombre no pisó la Luna, que lo rodaron todo en un estudio. ¿Se imagina que se descubriera el pastel?
La realidad es mucho más impresionante que la teoría de la conspiración; sería una pena que no fuera verdad.
¿Qué le gustaría crear?
Cualquier máquina que contribuya a resolver problemas cotidianos que tienen las personas. Para eso no hace falta irse a Marte: mis compañeros del LIM en Ferrol están trabajando en sistemas para ayudar a caminar a lesionados medulares, en mejoras en el control de los automóviles, o en métodos para hacer más efectivas las redes de pesca.
Destrozaba bastantes juguetes, pero eran míos o de mi hermana. Y no era una actividad demasiado científica. Tenía bastantes legos y juegos de construcciones, pero era muy manazas y tenía poca paciencia para montar cosas demasiado complicadas.
Dicen los «conspiranoicos» que el hombre no pisó la Luna, que lo rodaron todo en un estudio. ¿Se imagina que se descubriera el pastel?
La realidad es mucho más impresionante que la teoría de la conspiración; sería una pena que no fuera verdad.
¿Qué le gustaría crear?
Cualquier máquina que contribuya a resolver problemas cotidianos que tienen las personas. Para eso no hace falta irse a Marte: mis compañeros del LIM en Ferrol están trabajando en sistemas para ayudar a caminar a lesionados medulares, en mejoras en el control de los automóviles, o en métodos para hacer más efectivas las redes de pesca.